Durante nuestra visita con Luka a la feria internacional del libro Guadalajara tuvimos el privilegio de conocer a muchas personas de diferentes culturas, recientemente encontramos en nuestras fotos a nuestros amigos Huicholes con los que nuestra directora Taly Kempe se fotografió, es por ello que quisimos hacer una pequeña investigación para hablarles un poco acerca de esta interesante cultura indígena propia del Bajío.
Wixárikas una de las ricas culturas de nuestro país
Los wixárikas, conocidos también como los huicholes, son una de las culturas vivas más fascinantes en nuestro país, que no solo han causado revuelo en tierras mexicanas, también en el extranjero y con los turistas que visitan las regiones donde habitan.
Los huicholes habitan en la Sierra Madre Occidental, en Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas, donde aún hablan en una lengua que proviene de las lenguas mesoamericanas más antiguas, el tewi niukiyari, que significa ‘palabras de la gente’.
Acerca de su cultura y tradiciones
Hay varios elementos que sobresalen de la cultura huichol, y tal vez los más conocidos son su vestimenta, sus artesanías y la relación que tienen con el peyote en un sentido religioso.
Su indumentaria tradicional es muy vistosa. Tradicionalmente los hombres utilizan pantalones y camisas de manta, las cuales están bordadas con hilos de colores y con patrones simétricos, encima de esto colocan una capa que puede tener animales bordados o flores y por supuesto el tradicional sombrero que está adornado en las orillas con cuentas de colores. Por su parte, las mujeres utilizan blusas de colores bordadas y un manto con flores de colores para cubrir su cabeza.
Cultura Wirikuta en la actualidad
Con la urbanización de ciertas zonas de la sierra, los huicholes han optado por desarrollar artesanías que tienen una finalidad comercial, que van desde cuadros de estambres, los bordados en las ropas, los instrumentos musicales y las figuras decoradas son cuentas de colores, estas últimas tal vez las más famosas a nivel nacional e internacional.
Por último, su relación con el peyote es fundamental en el aspecto religioso de esta cultura, ya que lo consideran un dios, descendiente del sol ‘Tau’.
Cuando llega la sequía a la zona, la comunidad se transporta hasta Wirikuta, un lugar donde abunda el peyote y ellos consideran que es donde viven los dioses. En este lugar recogen el peyote, necesario para oficiar las ceremonias religiosas y ‘maximizar su espíritu, hasta lograr una transformación temporal a través de la exaltación espiritual’, como algunos lo explican.
Estas ceremonias las realizan en el monte Quemado en San Luis Potosí, donde el Venado Azul curará sus enfermedades físicas, del alma o del corazón.
Los huicholes son una de las pocas culturas cuya cosmogonía, tradiciones y prácticas permanecen casi intactas desde tiempos mesoamericanos. Conservan su lengua y sus estructuras sociales y políticas, y son una muestra del enorme y hermoso mosaico que es nuestro país.