Aunque no hable, tu bebé se comunica contigo

Aunque no hable, tu bebé se comunica contigo

Cuando tenemos en nuestros brazos a nuestro pequeño recién nacido un cúmulo de sensaciones y pensamientos rondan nuestra cabeza,  una especie de «click» tiene lugar y empezamos un vínculo especial que hará que, poco a poco, podamos entender lo que nos dice nuestro bebé sin hablarnos.

Desde que nuestro pequeño llega a este mundo no para de decirnos cosas. Quiere compartir con nosotros todas sus sensaciones, inquietudes, miedos…

Nosotros mismos hacemos uso de esta comunicación no verbal en determinados momentos cuando no disponemos de un lenguaje oral apropiado o, simplemente, la lengua entre los interlocutores no es la misma y, por tanto, no es posible el entendimiento entre ambos.

¿Cómo es posible que alguien tan pequeño pueda comunicarse con nosotros?

Al igual que nosotros podemos comunicarnos con el bebé en el embarazo, él hace lo mismo, y más adelante, después de nacer son muchas las formas en las que nos hace partícipes de sus nuevos descubrimientos.

La mirada del bebé

Mediante el simple gesto de dirigirnos su mirada, va a conseguir captar nuestra atención. Esta capacidad se llama atención visual, y va a encargarse de que estemos hablando con nuestro pequeño todo el rato que él lo demande.

Gracias a su mirada va a conseguir que comience su aventura del aprendizaje. ¿Cómo? Muy sencillo. Instintivamente vamos a reaccionar ante esos ojitos hablando y hablando sin parar. Nos dirigimos al pequeño de una forma especial que le atrapa y hace que empecemos una interacción conjunta que le va a ayudar a desarrollarse.

Puede parecer que no nos está haciendo caso o que no entiende lo que le estamos diciendo, pero nada más lejos de la realidad ya que estas mini-conversaciones que mantenemos con los bebés van a estimularles y desarrollar las diferentes aptitudes que tienen que ver con el área del lenguaje.

La sonrisa del bebé

Pocas cosas nos alegran más el alma que ver sonreír a nuestros hijos por primera vez. El recién nacido esboza una sonrisa angelical que aunque nos derrite de amor, no es más que un movimiento de labios espontáneo y reflejo sin motivo. Incluso podemos verlo hacer ese gesto dentro del útero materno, en algunas ecografías se puede apreciar claramente al bebé «sonriendo» para la cámara.

Más tarde, entre la cuarta y sexta semana de vida llega su primera sonrisa, una sonrisa social en respuesta a un estímulo del padre o de la madre. Poco a poco, como respuesta a los estímulos, mimos y caricias irá añadiendo sonidos a la sonrisa y la acompañará con un movimiento de manos y piernas. Y más tarde, alrededor de los cuatro meses empezará a reír a carcajadas

Los movimientos corporales

Los diferentes movimientos corporales de nuestro bebé también nos van a aportar una gran cantidad de información sobre lo que necesita, quiere, le pasa… Estira los brazos para que lo saquemos de la cuna o de la silla y patalea cuando quiere salir y nadie lo atiende. Cuando se enfada, se pone tenso y se retuerce…

Si prestamos atención al contexto y a sus expresiones faciales o movimientos podremos entender si quiere comer, se encuentra incómodo o siente angustia.

Además, todo lo que hace cuando estamos con él o está plácidamente descansando también va a influir en su desarrollo y directamente en el entorno, haciendo que poco a poco vaya madurando a nivel cognitivo, social, motor y comunicativo.

Los gestos del bebé

También usará gestos como el fruncimiento de ceño cuando algo le desconcierte, o de nariz y boca ante un nuevo y poco apetecible alimento, o abrirá la boca mucho cuando sienta sorpresa.

La comunicación sigue muy ligada a las emociones además de a las necesidades físicas.

Tu bebé te imita

Muy ligado a estos movimientos se encuentra la capacidad imitativa que tiene el bebé cuando nos ve haciendo algo. Al repetir diferentes acciones que hacemos nosotros mientras estamos comunicándonos con él va a conseguir que nos motivemos en seguir enseñándole multitud de cosas más que va a aprender con todo el placer del mundo. No debemos olvidar que los bebés aprenden por imitación e investigación.

El llanto del bebé

Sin duda, la forma por excelencia utilizada por el bebé para comunicarnos que está a disgusto o siente dolor es el llanto. Poco a poco, a medida que nos vayamos conociendo, iremos aprendiendo a identificar el motivo del llanto de nuestro bebé.

Puede deberse a que tiene hambre, frío, está incómodo, tiene el pañal sucio, siente dolor o porque necesita estar en tus brazos para sentirse seguro. Los motivos pueden ser variados, pero el llanto del bebé siempre debe ser atendido, sea a la hora que sea.

Son muchas cosas las que nos dicen los bebés sin hablarnos, una capacidad que a medida que van creciendo parece que va quedando más en el olvido. No es mejor comunicador el que más habla, sino el que más transmite.

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