En las circunstancias actuales debido al covid-19, es oportuno ofrecer a los niños alimentos saludables, enseñarles a comer lo que rechazan y reducir su ingesta de alimentos altos en azúcares y grasas. Es la mejor medida para fortalecer su sistema inmunológico.
El sistema inmunitario es una compleja red de células, órganos y tejidos que trabajan en conjunto para defender al cuerpo de los microorganismos y sustancias tóxicas que producen las enfermedades: hongos, parásitos, virus y bacterias.
En el contexto del coronavirus, el fortalecimiento de este sistema en los niños resulta trascendental. Una alimentación completa y equilibrada, un buen descanso, actividad física moderada y la ausencia de estrés son los factores que más influyen a la hora de darles mayor protección frente a las enfermedades, fundamentalmente infecciosas, autoinmunes o alérgicas.
En cuanto a la alimentación, una dieta variada en nutrientes ayuda a fortalecer la línea de defensa de su organismo.
Una gran variedad de verduras, legumbres, lácteos, pescado, cereales y esporádicamente carnes rojas.
Vitamina C, presente en los cítricos (naranjas, toronjas y mandarinas), otras frutas (kiwi, fresas, camu-camu, guayabas) y verduras (tomate y col). Repara los glóbulos rojos, los tejidos de huesos y músculos, ayuda a cicatrizar las heridas y fortalece las defensas.
Hierro, indispensable para el buen funcionamiento del sistema inmune. Se encuentra en las carnes; la yema de huevo; granos enteros y leguminosas como las habas, frijoles, lentejas y garbanzos. Debe acompañarse con el consumo de cítricos, para favorecer su absorción.
Antioxidantes, porque defienden el organismo de enfermedades como el cáncer, diabetes, Alzheimer y Parkinson. Están en las frutas y verduras de color naranja y amarillo, y hortalizas como zanahorias, camotes y brócoli.
Almendras, por su gran contenido en vitamina E y manganeso, ideales para fortalecer el sistema inmunológico; y nueces, ricas en omega-3, que ayuda a reducir el riesgo de padecer infecciones respiratorias.
Yogures que contengan probióticos (microorganismos vivos). Ayudan a estimular el sistema inmunológico y contribuyen a combatir las enfermedades. Otras fuentes de probióticos son las cebollas, plátanos y cereales integrales.
Carnes magras y pescado. Desarrollan el sistema inmunológico y estimulan el cerebro; en el caso de los niños, se recomiendan los pescados grasos: el bonito, la caballa, la anchoveta y el jurel.
No se necesita comer grandes cantidades de un alimento porque es rico en alguna vitamina, lo más importante es la variedad.
