Cómo preparar a tu hijo para su primer día en el kinder

Cómo preparar a tu hijo para su primer día en el kinder

Llegó la hora de llevar a tu hijo al kinder por primera vez y te viene a la cabeza su rostro de angustia por dejarlo con personas extrañas, su posible llanto y resistencia para quedarse, y la mezcla de orgullo y tristeza que sentirás al verlo cruzar esa puerta. ¡Era un bebé y ya irá a la escuela!

Alrededor de los tres años de edad, los niños están listos para entrar al kinder. La entrada del niño a la escuela es la primera separación mutua de niño-familia. Su mundo de relaciones va a ampliarse, comenzará a defenderse sin la ayuda de sus padres y formará parte de un nuevo círculo en donde ya no será el centro de atracción como en su casa, aprenderá a compartir sus juguetes y esperar su turno para hablar, tendrá que guardar sus útiles y responsabilizarse de su mochila.

Niño pequeño sonriendo en el kinder

El kínder no es una pesadilla

Se trata de un proceso de transición y de adaptación de vital importancia para su desarrollo, por lo cual la manera como se resuelva va a repercutir en su proceso de aprendizaje y de socialización. Como padres transmitimos mensajes y actitudes que van a influir en la manera como los niños perciban y asuman el ingreso a la escuela por primera vez.

Ellos captan los temores, angustias y expectativas de los adultos en relación a la escuela o, por el contrario, la confianza y el optimismo que se les demuestra. Por ello es responsabilidad de padres y maestros el fomentar un ambiente propicio para que el niño viva la transición como algo seguro y agradable.

Consejos para hacer más fácil el primer día del kínder

Niños trabajando en el kinder

Prepara a tu hijo unos días antes de la entrada al kinder explicándole lo que va a ocurrir: cómo es la escuela, qué va a hacer, quién lo va a cuidar, que tú lo llevarás y lo recogerás a cierta hora (o bien, la persona asignada), que se trata de algo bueno y divertido, que estará muy bien.

De ser posible, llévalo a conocer su salón y a su maestra antes del primer día de clases.

Procura dejar al niño menos tiempo del horario normal para que se adapte gradualmente (en el caso de que su escuela lo permita).

Permítele llevar algún objeto que le brinde seguridad y que asocie con su círculo familiar (muñeco, amuleto, pañuelo, cobija).

Involúcralo en los preparativos de su mochila y lunch, motívalo con entusiasmo y platícale lo bien que se sentirá en la escuela.

Trata de que la despedida sea natural y rápida, sonríele a tu hijo.

No fomentes regresiones a etapas anteriores, es decir, hablarle como si fuera un bebé, consentirlo demasiado o hacer que se apegue más a ti para compensar el desprendimiento.

Confía en la capacidad de adaptación de tu hijo a los cambios positivos. Sólo así podrás transmitirle seguridad con palabras y con actos.

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