Los niños suelen tener un instinto natural para la pintura: primero son los garabatos, luego los dibujos “abstractos” y más tarde, las pinturas con sentido. De una u otra forma, con más o menos arte, los niños adoran pintar ya que para ellos es una forma de expresar sus emociones y de comprender el mundo que los rodea. Los peques gozan dándole forma y colores a las figuras, y lo mejor de todo es que mientras se divierten pueden desarrollar diferentes habilidades
Beneficios de la pintura en los niños
Canaliza las emociones negativas
La pintura es una manera excelente para que los niños expresen lo que sienten, sobre todo si se trata de emociones negativas. Ten en cuenta que, al igual que los adultos, el niño también se siente triste, molesto, temeroso y rechazado, emociones que si no se expresan y regulan de manera adecuada, pueden afectar su desarrollo psicológico. Una estrategia para canalizar esas emociones es estamparlas en un papel. De hecho, se ha demostrado que la pintura es una herramienta muy eficaz para que los niños expresen sus sentimientos y estados de ánimo, estimulando su satisfacción, la relajación y la capacidad de expresión. Además, es una forma a través de la cual pueden expresar sus conflictos internos e incomodidades.
Fomenta la comunicación y la expresión lingüística
Los niños pequeños no son capaces de expresar sus sentimientos más complejos de forma abierta y espontánea. Les resulta complicado usar las palabras para darle sentido a lo que piensan y sienten, por eso, recurren a formas alternativas, como la pintura. A través del dibujo los pequeños pueden expresar lo que llevan en su interior, y para ello se valen de las formas, los colores y las líneas. De hecho, dibujar es una terapia estupenda para tratar a los niños con dificultades en la comunicación y el lenguaje, como los pequeños que padecen autismo, problemas de articulación o alteraciones de la conducta.
Estimula la creatividad y el pensamiento abstracto
Un estudio realizado por investigadores del Dartmouth College en Hanover, Estados Unidos, ha demostrado que la pintura puede estimular la creatividad infantil, la percepción visual, el pensamiento abstracto y la capacidad ejecutora en los niños. Esto se debe a que, mientras el pequeño, pinta se activa todo su cerebro: el hemisferio cerebral izquierdo, relacionado con las tareas lógicas y el hemisferio derecho, responsable de la creatividad y la imaginación. De esta manera, mientras el niño se divierte pintando, se desarrollan sus capacidades cognitivas superiores.
Mejora la coordinación motora
La coordinación motora fina y la coordinación mano-ojo son una de las habilidades que más tardan en desarrollar los niños ya que requieren de cierto nivel de maduración cerebral. Las habilidades de manejo y agarre se van perfeccionando a medida que el pequeño adquiere destrezas en la pintura, de manera que primero pasa del agarre brusco, al agarre controlado y luego al agarre de pinza, que es mucho más sutil y preciso. Por eso, pintar es un ejercicio estupendo para los niños que presentan dificultades motoras finas o que tienen un retardo en el desarrollo motor.
Mejora la hiperactividad y la impulsividad
Los niños suelen ser impulsivos por naturaleza ya que tienen un escaso autocontrol sobre su comportamiento y expresión emocional. Se trata de un problema bastante común que alcanza su máxima expresión en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Sin embargo, existen numerosas maneras de controlar esta conducta hiperactiva y una de ellas es la pintura. De hecho, varios estudios han demostrado que pintar es una herramienta muy eficaz para regular la conducta en los niños hiperactivos pues estimula su autocontrol y la regulación emocional.