Los estudios demuestran que los niños que cuentan con una exposición activa al lenguaje tienen ventajas sociales y educativas con respecto a sus pares, y la lectura es una de las mejores formas de exposición al lenguaje.
Leerles a los niños pequeños establece las bases para una posterior lectura independiente. Los problemas de lectura pueden ser difíciles de solucionar cuando se detectan en la escuela primaria, pero la mayoría pueden prevenirse si la exposición a la lectura comienza en la primera infancia y en los años previos a la escuela.
Antes de que comiencen a leer por su cuenta, los niños deben adquirir habilidades emergentes para leer y escribir:
Contar con un amplio vocabulario y saber cómo usarlo
Comprender que las palabras están formadas por sonidos más pequeños (lo que se denomina conciencia fonémica)
Comprender que los símbolos en una página representan letras y palabras;
Conocer las letras del alfabeto
No necesita juegos, tarjetas educativas o instrucción especial para que un niño pequeño adquiera estas habilidades. Leerles a los niños con la mayor frecuencia posible es la mejor forma de ayudarlos a que aprendan a leer por su cuenta.
Ayuda a tus pequeños a pasar a la etapa de la niñez
Leer en voz alta también representa una forma importante de ayudar a los niños a lograr la transición de la infancia a la niñez. Entre la edad de 1 y 3 años, los niños pequeños viven desafíos, por lo que sería de gran ayuda que escuchen historias sobre otros niños y cómo superaron los miedos sobre qué hay debajo de la cama o cómo hicieron frente al desafío de usar el baño.
Los niños hacen grandes avances en lo que respecta al vocabulario durante este período y aprenden sobre las letras, las formas, los colores, el clima, los animales y las estaciones: conocimientos que se pueden reforzar a través de los libros. Elija libros que tengan muchas imágenes que su hijo pueda señalar y nombrar.
Pero mientras se encuentra ansioso por aprender sobre el mundo y experimentarlo, su niño pequeño necesita establecer una fuerte conexión con usted. La lectura regular conjunta puede fortalecer esa conexión y ayudaría a que su niño pequeño se sienta cómodo y seguro.
Cuándo y cómo leerles a los niños pequeños
Los expertos recomiendan leerles a los niños pequeños con la mayor frecuencia posible e intentar dedicar, al menos, un momento programado por día a la hora de lectura. Elegir momentos de lectura regulares (en especial antes de la siesta y la hora de dormir) ayuda a que los niños aprendan a sentarse con un libro y relajarse. Pero puede leer en cualquier momento en que su hijo se encuentre de ánimo.
Si su niño pequeño lo deja, siéntelo en su regazo mientras lee. Es un gran momento para:
Ayudar a que los niños se sientan seguros, felices y relajados
Brindarles toda su atención
Mostrarles cosas nuevas
Estimular la participación
Descubrirá que su niño pequeño quiere ser independiente y exitoso. Fomente este deseo ofreciéndole tres o cuatro libros para que elija, elogiando su elección, permitiéndole que lo ayude a dar vuelta las páginas y pidiéndole ayuda a medida que encuentre cosas en una página. A su hijo le encantará terminar las oraciones de los libros que tienen rimas o frases repetidas. Cuando encuentre una frase repetida o una rima en un libro, detenga la lectura y deje que su hijo la termine.
¡Diviértanse! Demuéstrale a tu hijo que leer es agradable.