Hay historias que son realmente inspiradoras, tanto que nos dan ganas de creer que con voluntad y buena fe puede conseguirse un cambio en el mundo, te invitamos a conocer a Huang Yung-fu y su increíble historia.
Imaginen que a los 86 años, el Gobierno de su país pretende echarlos de sus hogares, recuerdos y esfuerzos que han costado toda una vida.
Huang Yung-fu era el último residente de su aldea y el gobierno de Taiwán estaba considerando destruirla para construir un nuevo complejo de apartamentos.Las autoridades le ofrecieron dinero para que se mudara a otro lugar, pero Huang no podía imaginarse fuera de allí por lo que decidió ponerse a pintar y combatir al gigante del capitalismo a golpe de imaginación y creatividad.
Huang es conocido como “Rainbow Grandpa”, nació en China, desde joven a sido un luchador, participó en conflictos como la Segunda Guerra Mundial o en el bando del Partido Nacionalista contra el gobierno comunista.Cuando los nacionalistas perdieron, huyó a Taiwán y fue alojado en una aldea improvisada que se acabó convirtiendo en su hogar; Huang recuerda que todos formaron una gran familia, hasta que empezaron a mudarse o a fallecer y él empezó a combatir su soledad de una forma creativa, con arte.
Huang Yung-fu empezó su «protesta artística» con un pequeño pájaro en su casa, después siguió añadiendo gatos, aves y personas que comenzaron a llenar los muros de los edificios abandonados de la aldea.
En 2010 un joven fotógrafo se topó con este peculiar sitio por accidente y tras escuchar la historia de Huang decidió ayudarlo tomando algunas fotos del pueblo e inició una campaña de recaudación de fondos que rápidamente se hizo viral gracias a la solidaridad de la gente.
Actualmente miles de personas de todo el mundo visitan la aldea de Huang Yung-fu y admiran sus hermosas obras de arte, el gobierno tuvo que verse obligado a conservar el lugar y la aldea volvió a ser poblada.