La exploración espacial siempre ha sido un tema de asombroso para todo aquel que guste del espacio y la ciencia, a continuación les contamos diez curiosidades sobre esa misión histórica.
La distancia de seguridad de una explosión
Los espectadores VIP que asistieron al despegue desde Cabo Cañaveral estaban situados a tres millas y media (5,6 kilómetros) del emplazamiento del despegue. Esa medida no era casual. Los técnicos de la NASA eran conscientes de que los cohetes Saturno V llenos hasta los topes de combustible podían explotar, y habían calculado que tres millas (4,8 kilómetros) era la distancia máxima a la que una eventual explosión podía enviar fragmentos de metralla.
Circulando sin seguro
Hoy, los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins son famosos, pero antes de la misión que los convirtió en leyenda tenían problemas más mundanos. Uno de esos problemas era que no podían permitirse un seguro de vida con la misión que estaban a punto de emprender. Para tratar de ayudar a sus familias, los tres astronautas firmaron cientos de autógrafos durante el mes previo al despegue y los enviaron a un amigo con instrucciones de venderlos o subastarlos para recaudar dinero para sus familias en caso de que pasara algo malo.
El misterioso (y pestilente) olor de la luna
Mientras llevaron puesto el traje no lo notaron, pero al quitarse el casco dentro del módulo lunar, los astronautas de la Apolo 11 notaron un detalle inesperado. El polvo lunar que habían traído en sus botas y trajes desprendía un olor intenso y muy desagradable que les recordaba a la pólvora. El polvo lunar no tiene ni de lejos la misma composición que la pólvora, así que el origen de ese olor sigue siendo un misterio. Se cree que fue algún tipo de reacción que se activó al entrar en contacto con el aire húmedo de la cápsula y después se disipó.
No fue un pequeño paso para el hombre
Todos recordamos la frase que pronunció Neil Armstrong por radio al salir del módulo lunar (Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad), pero resulta que no fue un paso tan pequeño, sino más bien un salto. El propio Armstrong había posado el módulo lunar tan suavemente que los amortiguadores pensados para amortiguar el aterrizaje apenas se movieron, dejando el escalón más bajo del módulo a unos 120 centímetros del suelo.
Récord de audiencia durante doce años
Se calcula que más de 600 millones de personas siguieron en directo el alunizaje de la Misión Apolo 11 a través de la televisión. La cifra fue récord de audiencia absoluto durante 12 años. El nuevo récord no llegó hasta 1981, fecha en la que la boda de la Princesa Diana de Gales convocó a 750 millones de personas ante el televisor.
Todas las banderas en la Luna ahora son blancas
La bandera de la misión Apolo 11 ya no ondea allí. Los astronautas la pusieron demasiado cerca del módulo lunar y este la tiró al suelo cuando sus motores se encendieron para abandonar la superficie lunar. Quedan otras cinco banderas estadounidenses que, aunque parezca mentira, aún están en pie. La ironía es que ya no son banderas con las barras y estrellas. El paso del tiempo, el frío y la radiación las han desteñido hasta volverlas completamente blancas. Ahora mismo hay cinco banderas de rendición sobre la luna.
El discurso que Nixon nunca dio
El presidente Richar Nixon tenía dos discursos preparados, uno si la misión concluía con éxito, y otro que nunca llegó a usar por si fracasaba. Comenzaba con la frase: “El destino ha querido que los tres hombres que fueron a la luna en paz, descansen en paz ahora allí”.