Una de las quejas más comunes de la mayoría de los padres es la falta de responsabilidad de los hijos. No solo no ayudan en las tareas del hogar, sino que tampoco cumplen con sus obligaciones personales. El sentido de la responsabilidad se debe inculcar desde que los niños son muy pequeños, y va a requerir de los padres mucha paciencia y constancia.
Es muy importante que los niños sean conscientes de que cada miembro de la familia debe tener sus responsabilidades tanto personales como familiares, y para ello los padres deben ser el ejemplo a seguir. No le podemos exigir a un hijo que tenga ordenada su ropa cuando los padres no lo hacen con la suya, o no podemos pretender que sea puntual cuando el niño ve como su padre sale todos los días tarde para ir al trabajo.
Educar en la responsabilidad consiste en ayudar y enseñar a los niños a asumir sus errores, a rectificar si es necesario, y sobre todo a cumplir con las obligaciones y compromisos. Es muy importante que los padres no confundan la responsabilidad con la obediencia, ya que si los niños actúan solamente por obediencia acabarán convirtiéndose en niños sumisos. Conviene que pregunten, que pidan aclaraciones, que se quejen, y de esta forma los padres tendrán la oportunidad de enseñarles el valor de hacer determinadas cosas.
Establecer normas para fomentar la responsabilidad de los hijos
Los niños no conocen sus límites, esto les hace sentir una gran inseguridad, y la mayoría de las veces es la causa de que se comporten incorrectamente. Para ello es aconsejable que se establezcan una serie de normas que sirvan como puntos de referencia.
Estas normas se deben ir estableciendo desde que el niño es pequeño para que poco a poco las vaya asumiendo. Aunque conviene tener en cuenta que habría que empezar con tareas simples que sepamos que el niño sabe hacer y poco a poco ir introduciendo y enseñando otras más complejas. De manera que a medida que el niño crece se le va exigiendo más.
Como fomentar la responsabilidad de los hijos
Lo primero que deben hacer los padres es enseñar a los hijos lo que esperamos de ellos, ser muy claros a la hora de exponer lo que deseamos obtener y lo que no. No debemos esperar de un niño que haga algo que aún no ha aprendido, a veces los niños no distinguen la forma correcta de hacer las cosas de la incorrecta.
Para ello es muy importante mostrarle los pasos que se deben seguir para que el niño haga lo que pretendemos. Por ejemplo, si queremos que el niño se vista solo habrá que enseñarle como hacerlo, el niño no nace sabiéndolo.
a) Enseñar el valor del esfuerzo.
b) Fomentar la participación en las tareas del hogar.
c) Los padres nunca deben responsabilizarse de las tareas que los hijos deben cumplir.
d) Elogiar a los niños cuando cumplen con sus obligaciones.