Si estás preparando tus primeras vacaciones en familia, no te pierdas estos consejos para viajar con niños por el mundo.
Llegan las vacaciones, y este año te planteas hacer el primer viaje en familia. A la hora de viajar con niños, hay que tener en cuenta su edad: un bebé no tiene las mismas necesidades que un niño más mayor.
Nadie mejor que tú conoce a tus hijos, y por eso debes decidir cuándo están preparados para viajar. Lo ideal es que se acostumbren desde bebés, pero tampoco pasa nada si los primeros meses o años no te has atrevido o no has podido hacerlo. Lo importante es preparar bien el viaje y, sobretodo, ¡disfrutarlo mucho!
Bebés de 0 a 1 año
Aunque parezca mentira, durante esta franja de edad puedes viajar casi de la misma manera en que lo hacías antes de que el bebé naciera. A fin de cuentas, los bebés se pasan buena parte del día durmiendo, y como aún no caminan ni juegan mucho, no se aburren si visitas museos o haces planes “de mayores”. Lo único que tienes que asegurar es que el bebé tenga buenas condiciones de higiene y respetar sus momentos para comer.
Las comidas: si el bebé se alimenta de leche materna, no habrá problema. Si toma papillas o biberones, es mejor llevar aquellos de la marca que toma frecuentemente o bien asegurarse de que en tu destino los puedes encontrar. Presta especial atención a la higiene, tanto en el momento de cambiar el pañal como para lavar y desinfectar biberones.
El sueño: los bebés duermen mucho y debes respetar sus horarios y rutinas. Lo bueno es que puedes llevarlos en el carrito o la mochila portabebés y además, como a partir de los 3-4 meses ya suelen dormir por la noche del tirón, los levantarás descansados y puedes aprovechar el día. Es buena idea llevar su peluche o muñeco favorito con el que acostumbren a dormir.
Niños de 1-2 años
A estas edades, los niños empiezan a dar sus primeros pasos, o bien están a punto de hacerlo. Tienen ganas de explorarlo todo, se llevan cosas a la boca, trepan, quieren comer solos y lo ponen todo perdido… así que en los viajes tenemos que estar mucho más pendientes de ellos. Se manchan más, así que de nuevo tenemos que asegurarnos de que tendremos buenas condiciones de higiene.
Aunque ya caminan, también se cansan, así que debemos llevar el carrito. También empiezan las temidas rabietas, y son capaces de montar un numerito en cualquier momento y lugar. Debemos armarnos de paciencia, pero también disfrutar de la alegría y de la nueva forma de vivir los viajes con ellos.
Las comidas: a esta edad los niños ya pueden comer prácticamente de todo. Una recomendación para hacer este momento más fácil es tratar de que su dieta durante el viaje sea lo más parecida posible a la que llevan en casa, tanto en composición como en horarios. Hay que evitar los alimentos muy especiados o con ingredientes que por su edad no puedan consumir todavía.
El sueño: de la misma forma que con las comidas, lo ideal es no alterar los horarios que siguen en casa y asegurarnos de que tendrán su propia cama. Podemos llevar una cunita de viaje o alojarnos en lugares donde la faciliten.
Niños de 2-5 años
A esta edad son mucho más autónomos, están llenos de energía y ya empiezan a tomar sus propias decisiones, por lo que debemos tener en cuenta su opinión a la hora de planificar actividades. Aún usan el carrito con asiduidad, y esto nos da comodidad porque pueden descansar cuando les apetezca. También avisan cuando quieren ir al baño y empiezan a hacer solitos algunas tareas como lavarse las manos, lo que libera más a los padres.
A la hora de planificar el viaje, es importante buscar zonas verdes y parques de juegos donde puedan divertirse y jugar con otros niños. También es recomendable revisar la oferta cultural y los senderos o excursiones sencillas que podamos hacer con los niños. A estas edades se aburren muy rápido así que tendremos que esmerarnos y ser creativos para evitar estos momentos.
Las comidas: en principio dejan de ser problemáticas, ya que a estas edades comen de todo y siguen los mismos horarios que los padres. Al igual que cuando son más pequeños, debemos evitar los sabores fuertes y las comidas muy especiadas. Si tienen alguna alergia alimentaria, debemos tenerlo en cuenta a la hora de planificar las comidas y llevar los productos que necesitemos en caso de que no se puedan encontrar en nuestro destino.
El sueño: debemos seguir las mismas recomendaciones que con otras edades, es decir, respetar sus horarios en la medida de lo posible y permitirles llevar su peluche favorito. Hasta los 3 años aún caben en las cunas de viaje, y cuando son más mayores es posible que tengan que dormir con nosotros, pues aún son pequeños para dormir solos en una cama de 90cm.
Niños de 6-12 años
Empieza una época fantástica para viajar con nuestros hijos. Se atreven con cualquier plan, están llenos de energía y valoran mucho más las actividades que realicen, y además serán capaces de recordar. Es importante que les hagamos partícipes de la organización del viaje y que contemos con ellos a la hora de planificarlo. También es buena idea hacer un diario de viaje. A partir de los 10 años, sin embargo, entran en la pre-adolescencia y la cosa puede complicarse un poco, ya que empiezan a demandar su espacio e independencia de los padres, un proceso que debemos asumir como natural.
Las comidas: a esta edad ya pueden y deben comer de todo. Quizá algunas cosas no les gusten, pero ellos deben comprender que, igual que en casa, hay que probar de todo.
El sueño: las recomendaciones son similares, aunque a esta edad ya no necesitan dormir tantas horas seguidas y también podemos hacer pequeñas concesiones en los horarios, siempre dentro de un límite, pues si los niños trasnochan mucho estarán agotados al día siguiente. También hay que tener en cuenta que los viajes largos pueden ser pesados para ellos, pues ya han crecido y no duermen con facilidad en los medios de transporte. Hay que tenerlo en cuenta y llevar algún libro o actividades para entretenerse en el viaje.
Ya no hay pretexto para planificar un viaje con tus hijos, así que prepara tus maletas y ¡A divertirse en familia!
