Leer con tus pequeños: Todo un mundo de aventuras

Leer con tus pequeños: Todo un mundo de aventuras

Seguro que a la mayoría de los papás nos gustaría que nuestros hijos fueran grandes lectores porque entendemos que la lectura es, por un lado, una fuente inagotable de aventuras y emociones y, por otro, un instrumento divertido y apasionante de aprendizaje.

Si queremos que nuestros niños se apasionen por la lectura tanto como nosotros, leer con ellos es una de las formas más sencillas de conseguir nuestro objetivo.

La importancia de leer con nuestros hijos

1.- Los niños hacen lo que ven. Si los niños ven que leemos, si leemos con ellos, los niños terminarán convirtiéndolo en un hábito, en algo que forma parte de su día a día y que si en alguna ocasión les falta, por ejemplo  porque un día vamos muy justos de tiempo, lo van a echar de menos.

Papá e hijo leyendo un libro

2.- Compartir el tiempo de lectura refuerza el vínculo con nuestros hijos. El momento de sentarse a leer en familia es un momento de complicidad, de afectividad, en el que el adulto y el niño comparten la lectura y sus impresiones sobre lo que han leído. Este momento de compartir es un momento fantástico para hablar de nuestros sentimientos, de las cosas que nos han pasado durante el día, de nuestras opiniones sobre la lectura. Pocas ocasiones mejores tendremos a diario para fomentar buenos valores y dialogar con nuestros hijos. ¡Qué fluya la comunicación!

3.- Leer juntos ayuda a los niños a desarrollar el lenguaje. Ya que todos los días están aprendiendo palabras nuevas, cómo se pronuncian, qué significan y, conforme vayan siendo mayores, cómo se leen y cómo se escriben.

4.- La lectura en familia ayuda al niño a conocerse a sí mismo a su entorno más cercano y también al resto del mundo. Acompañar al niño asomándonos juntos a un libro supone recorrer de la mano el camino de fantasía que la obra nos muestra, ayudándole a integrar todo lo leído en su vida cotidiana.

Mamá leyendo un cuento a sus pequeños

5.- Leer todos los días les ayuda a desarrollar su intelecto mejorando su capacidad de concentración, abstracción, memoria e imaginación, herramientas que son fundamentales para un correcto desarrollo del niño.

6.- La lectura favorece el desarrollo emocionalmente sano del niño. Es un momento fantástico para ayudar a nuestros hijos a entender sus sentimientos y ordenarlos.

7.- Los niños que tienen un hábito lector integrado en su vida obtienen mejores resultados académicos ya que les resulta más fácil leer y comprender lo leído y ya tienen desarrolladas habilidades imprescindibles para estudiar como son la concentración o la capacidad de análisis.

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